Hoteles de lujo y restaurantes gourmet en París

París

El Hotel Balzac Paris está ubicado en un edificio elegante de principios del siglo pasado, haciendo esquina con dos calles tranquilas del distrito VIII de París, y a dos minutos escasos de la avenida más bella del mundo. En este emplazamiento se levantaba una «Folie XIX» (casa de vacaciones) que perteneció al famoso escritor francés Honoré de Balzac. Para convertir el Balzac en una casa elegante de estilo parisino, Charlotte de Tonnac y Hugo Sauzay, arquitectos del estudio Festen, han aplicado la fórmula que les ha dado éxito desde sus comienzos. Utilización de materiales nobles, tratados con sobriedad, y un trabajo con la luz para crear ambientes íntimos. «Gracias a su clasicismo, el Balzac perpetúa un patrimonio hotelero parisino por el que no pasa el tiempo. Es un lugar con su propia atmósfera, y posee una historia que hemos respetado y prolongado. Hay que alojarse en este lugar para comprenderlo», declaran los arquitectos. Esta decoración, inspirada en las líneas sobrias de la década de 1930, recubre el gran salón iluminado por un enorme techo de cristal, al igual que las habitaciones y suites, algunas de las cuales tienen vistas a la Torre Eiffel. Después de un día ajetreado, el spa japonés proporciona un paréntesis de tranquilidad en el baño turco o en un masaje tradicional.

Hotel Balzac Paris

El Splendide Royal ofrece la oportunidad de vivir un condensado de emociones y experiencias entre el romanticismo y el estilo de vida parisino. A tan solo unos pasos de la calle Faubourg Saint-Honoré y la avenida de los Campos Elíseos, en un barrio histórico y cultural de la capital, es albergado por un palacete particular construido en 1897. Este lugar ideal para estetas e iniciados, una auténtica mansión familiar que encarna la elegancia y la sofisticación, cuenta con 12 suites espaciosas y refinadas de decoración clásica, reinterpretadas con sutiles toques italianos y tonalidades claras y luminosas. En cuanto a la gastronomía, el restaurante Tosca ofrece una cocina italiana moderna y audaz que satisfará a los gastrónomos más exigentes.

Hôtel Splendide Royal Paris

Ristorante Tosca Paris

Hotel y restaurante en una ciudad.

Muy cerca de los Campos Elíseos y el Hôtel de Matignon, en el corazón del elegante distrito VIII de París, nos abre sus puertas un restaurante gastronómico único: La Scène. Su chef y propietaria, la célebre Stéphanie Le Quellec, da la bienvenida a un espacio tranquilo cuya atmósfera recuerda a la de un acogedor teatro. Tras bajar unos escalones para dejarse embriagar por el ambiente intimista de la sala del restaurante, los visitantes pueden descubrir lo acertado del nombre de este destino epicúreo. En su cocina abierta, la chef dirige al elenco, que se pone en marcha en silencio para la representación que se avecina. A través de menús que se despliegan en numerosos actos (hasta diez, si así se desea), los comensales de La Scène se embarcan en un auténtico espectáculo sin igual. Uno que rinde homenaje a los productores franceses, cuyas riquezas ensalza la obra de Stéphanie Le Quellec. Mediante su cocina responsable y el uso de los ingredientes que la motivan, su estilo y talento se reflejan sutilmente desde las primeras notas saladas. Estas destacarán hasta el dulce desenlace, en el que se distingue el saber hacer del jefe pastelero Pierre Chirac. Stéphanie Le Quellec y su brillante troupe, incluido el equipo en sala, que presta un servicio sobresaliente, cumplen con éxito la hazaña de transmitir toda la emoción en una propuesta que combina con maestría alta gastronomía, sencillez y refinamiento.

La Scène

Restaurante en una ciudad.

Después de 30 años de pasión, de compartir e inventar, el Chef Guy Martin ha creado una cocina que es su fiel reflejo, moderna, sensual y audaz por su manera de despertar los sentidos y suscitar emociones, una cocina que aúna placer y bien estar. Cada plato es una obra de arte en este histórico restaurante con vistas a los jardines del Palais Royal, frecuentado en su época por Napoleón y Josefina, Víctor Hugo o Colette. Aquí se reúnen los sabores del mundo, como el rodaballo asado con alcachofas y aceite con una infusión de piña y salvia o el helado de guisantes.

Le Grand Véfour

En el corazón del Bois de Boulogne, en el suntuoso marco de un pabellón Napoleón III con techos adornados por frisos de Caran d'Ache, Frédéric Anton propone una cocina a la vez sutil y generosa. Extrae lo mejor de los ingredientes, realzando aromas y sabores: el huevo mollet se acompaña de una tartaleta con trufas y la papada de cerdo se funde con las especias. Los postres ideados por el pastelero insuflan magia a grandes clásicos como el Paris-Brest o la pera Bella Helena.

Le Pré Catelan

El Taillevent, antiguo palacete del duque de Morny, no es solo un lugar sino un estilo de vida. Más que un restaurante, es la encarnación de la alta gastronomía francesa en su más amplia dimensión bajo el ojo avizor del jefe de sala. El chef, Giuliano Sperandio, orquesta una delicada sinfonía reinterpretando los clásicos con una modernidad manifiesta y una impertinencia asumidas. En esta gran casa donde se descubren los más sutiles maridajes entre comida y vino, le harán viajar a través de una carta de vinos con 2800 referencias francesas y extranjeras.

Le Taillevent

Place de la Madeleine, una dirección histórica que ha visto sucederse a los Chefs de renombre desde el siglo XVIII. Sucesor de Alain Senderens, Julien Dumas hoy perpetúa la cultura de una alta gastronomía accesible y democrática, en continuo cambio, en busca del maridaje ideal entre platos y vinos. La carta es moderna, inventiva y abierta a las influencias exóticas: el carpacho de dorada se inspira en el “tigre que llora” tailandés, y el pato Apicius (el plato estrella de Alain Senderens creado en 1970) actualmente se acompaña con higos y regaliz. La decoración única firmada por Majorelle juega con las luces y los espejos en los que se refleja la iglesia de la Madeleine.

Lucas Carton

Restaurante emblemático en París desde 1978, la Maison Rostang escribe una nueva página en la gastronomía francesa. Tradición, innovación y audacia se expresan al unísono en la cocina del chef Nicolas Beaumann. Un maridaje perfecto para los 1500 vinos excepcionales que hacen de la bodega un destino popular para los enófilos. La Maison Rostang, cerca del Parc Monceau, juega con la perfecta armonía entre la frescura, el refinamiento de los productos de temporada y la sencillez de los sabores. El chef concede especial importancia a los jugos y a las salsas, así como al servicio en sala. El escalfado, el flambeado y el trinchado de los clásicos de la carta se realizan en la mesita auxiliar, delante de los comensales, y forman parte integrante de la experiencia de degustación. El revestimiento de madera de las paredes, los objetos de decoración a medida y los salones abiertos al trajín de los hornos crean un ambiente cálido e íntimo que invita a prolongar este momento, de convivencia compartida.

Maison Rostang

Situado a dos pasos de los Campos Elíseos, en pleno corazón del distrito VIII de París, el restaurante Pierre Gagnaire le acoge en un entorno diseñado por Marcelo Joulia que destaca el ambiente claro y depurado del salón principal, sublimado por el espléndido tondo de Adel Abdessemed en el techo, una auténtica obra de arte representando el mundo animal que nos observa. En la cocina se despliega la rica historia del célebre chef Pierre Gagnaire, quien reafirma con fuerza su pasión por todos los productores, pescadores y criadores. Reciben un tributo a través de platos de temporada creativos e infinitamente sabrosos. Viva una experiencia culinaria única en la table d’hôtes «Georges Teissier», que lleva el nombre de la calle de Saint-Etienne donde el prestigioso chef comenzó su carrera. Tras atravesar la penumbra y apreciar la elocuente obra de Lilian Euzéby, se encontrará frente a la cocina abierta. A la vez silenciosa y en plena ebullición, la brigada del restaurante gastronómico Pierre Gagnaire pone manos a la obra para elaborar manjares que deleitan a los paladares más finos.

Pierre Gagnaire

Hay lugares que encarnan por sí solos el espíritu de una ciudad, de un barrio mítico. Es el caso del Relais Christine, un lujoso hotel boutique con una ubicación excepcional en la rive gauche en París. Localizado en Saint-Germain-des-Prés, es el lugar perfecto para una staycation o una breve estancia parisina. Aquí se viene para impregnarse de la capital, inmortalizada por los personajes ilustres del Barrio Latino. Desde la calle parece una casa escondida, con su pequeño patio de adoquines, sus balancines y sus muros cubiertos de hiedra. La decoración de esta antigua residencia privada es obra de la arquitecta de interiores Laura Gonzalez, quien ha combinado de manera brillante antigüedades y modernidad. Casi todas las 48 habitaciones y suites se caracterizan por sus techos muy altos, y todas ellas cuentan con magníficos papeles pintados y tejidos originales. Algunas de ellas ofrecen una terraza que da directamente al jardín, lo que hace del Relais Christine un santuario de verdor, un remanso de paz único, a tan solo unos minutos a pie de las orillas del Sena y de la catedral de Notre-Dame. Para una exclusiva pausa de bienestar, el spa Guerlain con sauna le espera bajo las bóvedas de una antigua abadía cisterciense del siglo XIII. Podrá recibir tratamientos maravillosos en una atmósfera envolvente.

Relais Christine

Hotel en una ciudad.

Al abrigo de un sobrio escaparate, en una discreta calle del barrio de los Inválidos de París, David Toutain aplica sus conocimientos técnicos desde 2013. La íntima sala ha sido concebida a imagen y semejanza de la mesa de estos nietos de agricultores: el roble claro y la luz dominan, preludio de la cocina decididamente vegetal de este chef de Normandía, que ha trabajado con los más grandes. Porque si hay algo que hay que recordar es que la cocina atípica y precisa que aquí se degusta se inspira en las numerosas experiencias sensoriales que ofrece la naturaleza: la langosta se mezcla con el abeto, la ternera con la reina de los prados, las verduras brillan con una extraordinaria intensidad... Pasear por la orilla de un océano turbulento, explorar un sotobosque en otoño o descubrir una deslumbrante pradera florida: los platos son todos invitaciones a viajar.

Restaurant David Toutain

Cenar en la segunda planta de la Torre Eiffel es una experiencia fuera de lo común. Este monumento es también un enclave gastronómico desde que el chef de Le Pré Catelan, Frédéric Anton, instalara su piano. La sala, con su estética del siglo XX, la inmutable modernidad del espíritu francés y suspendida a 125 metros sobre los tejados de París, juega con la feminidad y la legendaria irreverencia que caracterizan a la Dama de Hierro. Frédéric Anton trabaja con composiciones gráficas y coge altura estableciendo colaboraciones durables con productores y artesanos parisinos. Una bodega bien dotada constituye igualmente uno de los pilares de este edificio tan aéreo como voluptuoso.

Restaurant Le Jules Verne

En el distrito XVI de la capital, el Saint James Paris cultiva con devoción un refinamiento y un arte de vivir incomparables. Cerca del Arco del Triunfo y de la avenida Foch, este excepcional hotel se distingue por su carácter íntimo teñido de bucolismo, que le confiere un aura única. Sobresale entre sus 5000 m2 de vegetación, rodeado de unos magníficos jardines embellecidos por el paisajista Xavier de Chirac. También destaca por sus contrastes decorativos, de una elegancia poco común, como demuestran las cincuenta habitaciones y suites: refinadas y bohemias, grandiosas y acogedoras. Hoy este antiguo palacete enlaza su romántica alma neoclásica con la modernidad, gracias al talento de la interiorista Laura González, que ha logrado una perfecta simbiosis de vegetación y art deco. En el restaurante gastronómico Bellefeuille, el Chef Grégory Garimbay rinde homenaje a la gastronomía francesa y a la riqueza de sus terruños honrando la materia prima que trabaja con sinceridad y pasión. Alojarse en el Saint James Paris es hacer un verdadero paréntesis de exquisito bienestar, que también puede disfrutarse gracias al vasto y absolutamente mágico spa Guerlain: salas de tratamientos, hammam, sauna, jacuzzi, sala de fitness y una inmensa piscina bañada por la luz natural.

Saint James Paris

Bellefeuille

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